La música avasallante pronto termino, y el compás de un chelo un hermoso chelo empezó a sonar, de pronto irrumpió en mi mente una suave melodía que cantaba de manera abrazadora mi nombre – Alice – Mi corazón empezó a latir de manera acosadora, y mis ojos se llenaron de lagrimas, de manera lenta voltee mi cuerpo y le mire al rostro, no podía ser otro el dueño de aquella dulce voz, era él y estaba de nuevo aquí, - Hermano!- musite con la voz susurrante y quebradiza, en tanto el disimuladamente secaba las lagrimas en mi rostro. – No has perdido esa costumbre de llamarme así – exclamo junto a una hermosa sonrisa.El alzo uno de sus brazos e inmediatamente los músicos empezaron a tocar esa canción que tanto le gustaba, esa con acordes sombríos y oscuros, su mano derecha se poso sobre mi cintura, mientras con la izquierda estrechaba mi derecha, pronto todo a mi alrededor se borraba como si no importara, yo le miraba a esos violáceos ojos a esos que eran como los míos, sin embargo y a pesar de su sonrisa, su rostro mostraba nostalgia, el me miraba como si supiera algo, como si viera el futuro, como si no le gustara lo que veía. El tiempo se pasó rápido y nuestros cuerpos dejaron de moverse, la música ya había acabado, yo tenía tantas cosas para decirle, tantas cosas que contarle que no sabía por dónde empezar – Hermano yo..- antes de que pudiera terminar lo que iba a decirle el sonrío de manera hipócrita, mientras me decía – Alice! El es el conde Nadasky, lo recuerdas?- mi mente poco entendía lo que pasaba, o el porqué de aquella sonrisa hipócrita. Mis ojos se posaron en la figura de un joven apuesto y de aspecto refinado que me tendía la mano, su rostro reflejaba una gentilidad enorme pero por más que lo mirara no recordaba haberle visto de antes – tu hermano es un poco diplomático, le dije que si te decía mi título no me ibas a reconocer, alice solo dime thomas- como un relámpago mi mente empezó a mostrarme imágenes, imágenes de mi infancia, pero si era thomas el compañero, el amigo de mi hermano – Thomas claro que te recuerdo – mencione mientras sonreía como una dulce dama, su mano pronto tomo la mía y la dirigió hasta sus labios – Eres hermosa alice, tan hermosa como siempre te he recordado- adjunto, esa frase me había intimidado algo, pero no más que la mirada que mi hermano tenía y ocultaba bajo los flequillos rojos de su cabello.Seguimos hablando y recordando cosas de la infancia, pero el ambiente se sentía tenso no se porque, la noche transcurrió entre risas y recuerdos, era la primera vez que disfrutaba verdaderamente de un baile aristocrático. El maestro dirigió a los músicos para que tocaran el preludio anunciando que mi padre iba a intervenir con algunas palabras, - Queridos invitados, se preguntaran el porque de esta reunión, y porque tanto misterio en las invitaciones que no comunicaban nada más que la fecha del evento, hoy anunciare el compromiso que hemos pactado la familia lincroft con la familia Nadasky- los invitados aplaudían, pues una unión entre estas dos familias era la consolidación de una era económica, lo que mi mente no llegaba a entender eran los términos de ese compromiso. – Hoy en esta mágica y bella noche, daré como prometida a mi hija Alice a la mano del conde Thomas nadasky para consolidar familiarmente el inicio de una nueva era- Mis orbes no pudieron ocultar la sorpresa de aquella noticia, todos aplaudían y me felicitaban, el bullicio de la gente, de gente que ni si quiera conocía, yo , yo ni si quiera sabia que esto iba a pasar, no era que thomas no me agradara, era solo que no lo amaba, mi alma, mi yo quería gritar y salir de ese recinto pero una vez más la otra mujer me obligo a quedarme y sonreír amablemente, mientras mis ojos veían como mi hermano salía silencioso de la multitud.
viernes, 19 de febrero de 2010
1ra. Mordida, Disfraz
La música avasallante pronto termino, y el compás de un chelo un hermoso chelo empezó a sonar, de pronto irrumpió en mi mente una suave melodía que cantaba de manera abrazadora mi nombre – Alice – Mi corazón empezó a latir de manera acosadora, y mis ojos se llenaron de lagrimas, de manera lenta voltee mi cuerpo y le mire al rostro, no podía ser otro el dueño de aquella dulce voz, era él y estaba de nuevo aquí, - Hermano!- musite con la voz susurrante y quebradiza, en tanto el disimuladamente secaba las lagrimas en mi rostro. – No has perdido esa costumbre de llamarme así – exclamo junto a una hermosa sonrisa.El alzo uno de sus brazos e inmediatamente los músicos empezaron a tocar esa canción que tanto le gustaba, esa con acordes sombríos y oscuros, su mano derecha se poso sobre mi cintura, mientras con la izquierda estrechaba mi derecha, pronto todo a mi alrededor se borraba como si no importara, yo le miraba a esos violáceos ojos a esos que eran como los míos, sin embargo y a pesar de su sonrisa, su rostro mostraba nostalgia, el me miraba como si supiera algo, como si viera el futuro, como si no le gustara lo que veía. El tiempo se pasó rápido y nuestros cuerpos dejaron de moverse, la música ya había acabado, yo tenía tantas cosas para decirle, tantas cosas que contarle que no sabía por dónde empezar – Hermano yo..- antes de que pudiera terminar lo que iba a decirle el sonrío de manera hipócrita, mientras me decía – Alice! El es el conde Nadasky, lo recuerdas?- mi mente poco entendía lo que pasaba, o el porqué de aquella sonrisa hipócrita. Mis ojos se posaron en la figura de un joven apuesto y de aspecto refinado que me tendía la mano, su rostro reflejaba una gentilidad enorme pero por más que lo mirara no recordaba haberle visto de antes – tu hermano es un poco diplomático, le dije que si te decía mi título no me ibas a reconocer, alice solo dime thomas- como un relámpago mi mente empezó a mostrarme imágenes, imágenes de mi infancia, pero si era thomas el compañero, el amigo de mi hermano – Thomas claro que te recuerdo – mencione mientras sonreía como una dulce dama, su mano pronto tomo la mía y la dirigió hasta sus labios – Eres hermosa alice, tan hermosa como siempre te he recordado- adjunto, esa frase me había intimidado algo, pero no más que la mirada que mi hermano tenía y ocultaba bajo los flequillos rojos de su cabello.Seguimos hablando y recordando cosas de la infancia, pero el ambiente se sentía tenso no se porque, la noche transcurrió entre risas y recuerdos, era la primera vez que disfrutaba verdaderamente de un baile aristocrático. El maestro dirigió a los músicos para que tocaran el preludio anunciando que mi padre iba a intervenir con algunas palabras, - Queridos invitados, se preguntaran el porque de esta reunión, y porque tanto misterio en las invitaciones que no comunicaban nada más que la fecha del evento, hoy anunciare el compromiso que hemos pactado la familia lincroft con la familia Nadasky- los invitados aplaudían, pues una unión entre estas dos familias era la consolidación de una era económica, lo que mi mente no llegaba a entender eran los términos de ese compromiso. – Hoy en esta mágica y bella noche, daré como prometida a mi hija Alice a la mano del conde Thomas nadasky para consolidar familiarmente el inicio de una nueva era- Mis orbes no pudieron ocultar la sorpresa de aquella noticia, todos aplaudían y me felicitaban, el bullicio de la gente, de gente que ni si quiera conocía, yo , yo ni si quiera sabia que esto iba a pasar, no era que thomas no me agradara, era solo que no lo amaba, mi alma, mi yo quería gritar y salir de ese recinto pero una vez más la otra mujer me obligo a quedarme y sonreír amablemente, mientras mis ojos veían como mi hermano salía silencioso de la multitud.
miércoles, 10 de febrero de 2010
MEDIA NOCHE -5-
Clímax
Entre las cuerdas, entre cadenas, entre espinas, entre filosas rocas… hasta aquí ha llegado ¡
Lamentos, gemidos, suspiros, sudor… tu sudor! Me ha llenado, me ha impregnado.
Fricción, contacto, aromas, dolor, castígame con el placentero dolor que me brindas ..
Tu demonio que entre oscuras plumas camuflas tu hermosa figura, mírame con tus penetrantes ojos, sedúceme con tus susurros, dibuja mi cuerpo con tus manos desnudas.
Asalta mi alma píntame de plateado, asfíxiame con tu gélido aliento. Roba una vez más la inocencia que me queda, de la que te alimentas, con la que te fortaleces.
Aquí estoy para ti, queriendo beber , queriendo tomarte también , muerde mi cuello, bebe mi sangre.
No retrocedas! Dejame sentir el agitado ritmo de tu respiración, dejame sentir como mi piel sede ante el filo de tus colmillos.. dejame tomar un último respiro, envuelta entre tus acogedoras espinas!