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viernes, 27 de marzo de 2009

1ra Noche, Amistad







La luna se alza plateada rebozante enérgica y misteriosa cubriendo con su luz todo alrededor de los abrasadores arrozales, mismos que se mueven en un vaivén danzante junto a la brisa, esta recorre un largo camino y extranjera se vuelve trayendo aromas de diferentes sitios por los que ha pasado, la brisa resulta también piílla de sus propios actos al colarse por las ventanas sin avisar y como si fuese dueña de las casas que visita, descarada brisa que se atreve a acariciar aquel rostro pálido ese rostro que carece de expresión, acaso una muñeca era la que miraba esa luna? Pareciese marioneta del destino, y este su verdugo que la obliga a ver cada noche tan hermosa luna que opaca su misma belleza.

Los sonidos son buenos y malos según los analices, hay sonidos que aturden y molestan a los oídos haciéndolos estallar, en cambio hay sonidos que te elevan hasta un estado en el que tu oído y tu propio ser parecen no ser y flotar nada más, también hay sentimientos que no se pueden describir, la amistad! Un amigo, una amiga, que era la amistad en verdad?, una mano que te ayuda a levantar, un consejo que te anima?, o alguien que suele solo escuchar?.

La pálida chica caminaba una noche, típica noche en la que la luna opacaba su brillo con su luz, su rostro se mostraba más neutro que el de una muñeca recién tallada, porque esa grande luna la quería opacar?, pregunta que iba y venia, cada noche, nunca podría responderle con gentileza, a pesar de las largas horas que le dedicaba a tan esbelta luna, a pesar de que sus carmines ojos se embelezaban de solo verla brillar, quien podría decirle que ella era mejor que aquella plateada esfera?.

Sentada, nada más que sentada sobre las tablas del muellecito que se precipitaba sobre la superficie del lago, esperaba ser abrazada por la brisa esa noche, pero ella nunca llegó, el lago se veía triste algo pasaba, levantó su rostro y los flequillos de su cabello negro se hicieron a un lado, la luna que le había robado su belleza no estaba, a donde había ido?, la silueta delicada y bien dibujada de la chica se levanto y estiró sus brazos al cielo, en tanto su melancólica voz pronunciaba palabras a ese infinito firmamento. ¿Luna donde estas? A caso No me escuchas?? Quiero ser abrazada una vez más por tu grandeza!!, su voz se apagó en la última frase, poco después sintió el calido tacto de unas manos aventureras que se abrían paso por su cintura, esas manos pararon y empujaron el vientre delicadamente, el dueño de esas manos la atraía hacia su propio cuerpo, la espalda de aku fue generosamente calentada por el cuerpo del chico, poco a poco baja sus brazos y también sus manos quisieron buscar de ese calor, llegando a rozar primero la piel varias veces, para luego posar sus palmas sobre los nudillos.

Decía que habían sonidos buenos y malos, esta vez el sonido que escucho el oído de aku, fue un sonido delicado, terso agradable, aquel que le brindaba ese calor, le permitía gozar también de esa calida voz, cuyo aliento chocando contra la piel de su helada oreja le redimía toda clase de fantasías, a caso era esto lo que sentía el lago cuando reflejaba a la luna en sus aguas?, el destino le estaba dando una lección sobre algún sentimiento?.
La ingenuidad curiosa de su ser le pedía a gritos asilenciados que se diera la vuelta y se viera reflejada en esos ojos que nunca le mentirían y que como el lago cada noche estaría dispuesto a reflejarla y darle un poco de su vida para que su luz nunca se marchitara, las manos blancas y delicadas de aku subieron por el cuello del muchacho hasta llegar a sus mejillas, su rostro se mostraba limpio hermoso, tranquilo como las aguas del lago.


El es su amigo que como la brisa se volvía extranjero y le traía aromas irresistibles, el que como la brisa también se volcaba de vez en cuando volviéndose un asaltante de su propio espacio, tomándola fuerte pero a la vez delicado la recuesta sobre el piso de madera del muellecito, sus ojos color a sangre demuestran la pasión con que podía dedicar una mirada, sus manos esculcan cada parte del cuerpo de aquella que seria como su luna, su vergüenza le jugaba una mala pasada y sus mejillas enrojecían al sentirse tan cerca de aquella frágil muñeca, por un momento el fuego de esa pasión se extinguió esperando la aprobación de aku, ella misma sabia que no era muy buena hablando, sin embargo sus manos se movieron casi que por voluntad propia, y agarraron del cuello al chico que por su posición parecía querer poseerla, <-kuro Chan! Se mi lago!-> una dudosa frase, pero no para aquel que comprendía el idioma en el que el silencio hablaba, sus ojos afirmaron sin necesidad de palabras lo que ella deseaba.



1 comentario:

  1. alo!!!
    mami esta muy linda la historia, de verdad
    espero que kuro chan no te posella muy de seguido jeje
    bye bye

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